El diseñador de automóviles Nir Siegel recibió el primer premio de la Royal College of Art por un concepto revolucionario a la vez que utópico, al menos de momento, consiste en descargar el diseño del coche que vayamos a comprar, con el que podremos imprimir las piezas del modelo en una impresora 3D y realicemos el montaje del vehículo nosotros mismos.
La idea bautizada Génesis se basa en las impresoras 3D. que poco a poco comienzan a comercializarse. El procedimiento de adquisición del vehículo comenzaría con la elección del modelo del mismo y su configuración seguidos de la impresión de las piezas y su posterior montaje con su respectivo manual como si de un juego de piezas de Lego se tratase.
Tras estos párrafos el lector puede pensar que el montaje de un coche partiendo de todas sus piezas por separado es impensable para un particular, pero lo cierto es que la industria del automóvil, más concretamente Toyota, tiene recientes precedentes, hablamos del Toyota Camette que fuera presentado en el Salón del Juguete de Tokio de 2012 y que tiene una segunda parte en el Toyota Camette57s.
Este último está compuesto por la insignificante cifra de 57 piezas con 3 plazas (una delantera y dos traseras), asientos y pedales ajustables y motor eléctrico que alcanza hasta los 70 km/h y siendo ampliamente personalizable. Las dimensiones del coche son reducidas 3 m de largo, 1,44 m de ancho y un metro de alto, debido a sus reducidas dimensiones no posee puertas para facilitar el acceso al interior del mismo. El precio previsto hasta el momento es la principal causa de su no salida al mercado.
El fabricante Mitsuoka Motor, curiosamente también japonés, ha incluso comercializado un vehículo que se adquiere por partes. El K-4, que así se llama el modelo, tiene un tiempo de montaje aproximado de 3 días (bastante superior al de Toyota) y una velocidad limitada en 50 km/h. Hasta aquí todo son desventajas con respecto al Camette y más aún al decir que es monoplaza, sin embargo sus 2,5 m de largo y su precio 5.000 € hacen del K-4 una posibilidad real para su uso en núcleos urbanos.